Hasta finales de noviembre, los casos positivos en  los test de Covid-19 mal pasaban los 100 diarios, como así también los casos de fallecimientos, que al menos, hasta ahora, no son muy significativos  desde el momento en que se mantienen en un promedio diario de 5 casos, a veces un poco más y otras un poco menos, aunque lo ideal sería llegar a cero y mantener dicho índice.

A partir de mediados de diciembre pasado,  los casos positivos  diarios comenzaron con un poco más de 500  y se fueron multiplicando hasta superar la barrera de los 1.600, manteniéndose por encima de los 1.200 casos, lo cual generó un masivo interés de la población en realizarse el test rápido, algunas para poder ir de vacaciones y otras por sospecha o por haber estado en contacto con alguna persona infectada con el virus.

Las noticias  dan cuenta de que en las fronteras de nuestro país, fronteras que, a diferencia de nuestra ciudad, cuentan con lugares únicos de acceso que son los puentes, se realizan controles que arrojan alarmantes resultados positivos que permiten tratar al menos de evitar que los contagios se propaguen cada vez más.

Sin embargo, aquí en nuestra frontera, imaginaria por cierto, pues no existe una barrera  natural como es un río, por ejemplo, el paso de personas de un lado a otro es libre y sin control totalmente, por lo que ante este inconveniente, principal caldo de cultivo del Covid-19, sin importar la variante que sea, la única forma que tendríamos de combatirlo en este momento es volver a exigir el uso de  tapabocas, alcohol y lavado de manos,  una práctica ya desechada en al menos el 60% del comercio fronterizo, especialmente del sector destinado al turismo de compras.

A esto también se le debe agregar las vacunas, pues quedó demostrado que a partir de la campaña de acuñación, los casos de internados graves y fallecimientos se redujeron en un 98% comparado con los registrados entre enero y mayo de 2021.

“Redacción Radio Imperio 103.1 FM”