El procedimiento obligatorio ante toda incautación de mercaderías falsificadas, incluyó: réplicas de las marcas Omega, Rolex, Diésel, Invicta, entre otras, todas ellas, detectadas en el aeropuerto.

La incautación no fue aleatoria, sino que, se trató de una investigación del hecho punible contra la Violación de los Derechos Intelectuales. Se destruyeron más de 3.500 relojes, así como otros artículos falsos.

El procedimiento se llevó a cabo en el depósito de Evidencias, La Piedad, del Ministerio Público y fue encabezado por el fiscal Eugenio Ocampos, de la Unidad Especializada en hechos punibles contra la Propiedad Intelectual.

“El valor aproximado, según la gente de Aduanas, que dio en su momento es de ocho millones de dólares, en base al precio de los originales fue evaluado, pudiendo variar a la fecha de hoy”, dijo el fiscal Ocampos.

La orden de destrucción la dio el juez José Delmás, quien destacó la importancia de la destrucción de todo lo incautado, como una forma de combate a este delito.

Fuente: Diario Hoy