Homilías, críticas y reclamos que siempre cayeron en saco roto
2023-12-09 10:07:15 AM
OPINIÓN: Desde tiempos muy remotos, o mejor, de tiempos muy lejanos que no han de volver, las misas del novenario de la Virgen de Caacupé siempre tuvieron, en medio de la homilía, un sentido crítico dirigido a la clase política gobernante de turno.
Homilías, críticas y reclamos que siempre cayeron en saco roto

La homilía en sí, es la explicación o la reflexión que realiza el sacerdote luego de proclamar la palabra de Dios. En ella orienta a los fieles sobre la aplicación de los mandatos divinos en la vida cotidiana. En el marco de la homilía también pueden explicarse los rituales y las oraciones de la liturgia. Al menos, es eso lo que sucede en las misas que ofrecen todos los días de la semana en todas las iglesias católicas.

Sin embargo, como ya dijimos, desde tiempos muy lejanos que no han de volver, y hasta nuestros días, quienes acuden personalmente o siguen por televisión la primera misa de la mañana del novenario de la Virgen de Caacupé, y con mayor razón la misa de las 6:00 de la mañana del 8 de diciembre, están, al igual que todos los medios de prensa, pendientes de que fuertes críticas o sugerencia les hará a los políticos del gobierno de turno el Obispo que ese día preside la ceremonia religiosa. ¿Vamos a ver de que va a hablar hoy el Obispo?, es la pregunta que todos se hacen, para no decir, ¿a quién será que le bajará la caña hoy?.

Todo lo que expresa ese día el Obispo de turno, es la noticia que acapara los principales titulares de los medios impresos y ahora también digitales. Ese día, los obispos se convierten en estrellas por un día, porque criticó esto o aquello, porque le puso en su lugar al gobierno, porque desnudó una realidad, y porque en definitiva, “ o mo’î i lugarpe chupe kuere” (les puso a todos en su lugar), así, todos quedan conformes al leer las noticias.

De esta manera, las homilías y los sermones, antes que explicar a los fieles el real mensaje del Evangelio del día, convierten en un lugar de escrache y escarnio público a las autoridades presentes en la celebración, quienes a cada reclamo o critica, son enfocadas por las cámaras de televisión haciendo las veces del dedo acusador para beneplácito de los presentes que responden esas agresiones verbales con aplausos, cuando al menos, en una celebración eucarística lo único que debería importar es el amor, el perdón y la tolerancia.

Que la iglesia católica se preocupe y busque mediar ante los gobiernos de turno dar sugerencias y soluciones a los múltiples y graves problemas que aquejan al país, además de estar muy bien, es una necesidad, solo que para ello existen otros mecanismos como ser, el dialogo en mesas de trabajo, fórum, encuentros etc., pero no utilizar el sagrado altar para hacerlo, no es correcto.

Al final de cuentas, todo lo que se critica o sugiere durante las misas novenarias de la Virgen de Caacupé, tienen protagonismo por apenas un día, hasta que aparezca la siguiente, y así sucesivamente, como nadie pone en practica las criticas y sugerencias de los obispos, todo termina cayendo en saco roto, como sucedió con la parábola del sembrador que sembró una parte que cayó a la vera del camino, fue pisoteada y luego vinieron las aves y se la comieron.  

Redacción Radio Imperio 106.7 FM


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