La urna electrónica con la maquina de votación, en lo único que se asemejan, es que para votar se deben, en la urna electrónica, presionar teclas luego de observar en pantalla la foto de los candidatos, los números de lista, cargos, color y partido o movimiento al que pertenecen, y en las máquinas de votación, todo eso, pero sobre pantalla y nada más. Y aunque parezcan muy semejantes, nada tienen que ver con la función que cumple cada una en función electoral.

La urna electrónica, como su nombre lo dice, es una urna, eso significa que dentro de ella quedan almacenados los votos que emiten los electores, y al cierre e la votación ya emite en papel impreso los resultados finales sin la participación de los miembros de mesa. Por esta situación en particular el escrutinio no puede ser público.

En cambio, la maquina de votación, lo único que hace cuando está habilitada en “Modo Votación”, es guiar al elector, a través de imágenes de candidatos, partidos o movimientos, color o números de listas que van apareciendo en pantalla, a votar e imprimir en una o más tarjetas con un chip de lectura incorporados, su voto. Una vez impresa la o las tarjetas, estas son depositadas por el elector, de acuerdo al cargo, en urnas de plástico transparentes. Es lo mismo que se hacía con las papeletas, con la diferencia que en vez de bolígrafo se utilizan el tacto sobre pantalla, y lo más importante, no se pueden cargar de manera fraudulenta las urnas como se hacía antes.

Una vez cerrada la votación, ya en “Modo de Escrutinio”, la máquina de votación a través de un lector de chip incorporado a la misma, es utilizada para contabilizar los votos pasando por dicho lector cada una de ellas, y concluido el trabajo imprime los resultados finales. Como se puede ver, nada tiene que ver con la urna electrónica, y el elector puede presenciar el escrutinio.

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