El Martes Santo es el tercer día de la Semana Santa. Una celebración que abarca desde el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, cada día con su origen y significado definido. Y como con la mayoría de preceptos del cristianismo, hay que buscar la respuesta y el origen en la Biblia.

El tercer día de la Semana Santa es un día muy importante. No por los festejos o las celebraciones, sino por su relevancia histórica. Aunque no pertenece al Triduo Pascual (de jueves a domingo), es un día vital en la celebración cristiana. Es una jornada de profunda reflexión para los creyentes.

El origen del Martes Santo

El origen de este día y qué se celebra lo podemos encontrar en el evangelio de San Juan, donde Jesús de Nazaret anticipa la traición de Judas y así lo comunica a sus discípulos. Estos, por su parte, le piden que identifique al traidor, por lo que Jesís entrega un trozo de pan untado y le dice: "Lo que tienes que hacer, hazlo enseguida".

También se conoce al Martes Santo como 'Martes de controversia', porque según el evangelio Jesús se enfrentó con los líderes religiosos. Primero con los sacerdotes y ancianos, quienes empezaron a cuestionarse su autoridad para predicar y hacer milagros, por lo que le calificaron de rebelde. Después se rebeló contra los fariseos, quienes le preguntan sobre el tributo y Jesís responde tirando una moneda: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".