En los últimos tiempos, el centro de la capital se ha convertido en uno de los puntos más inseguros del país, bandas de jóvenes alcoholizados o bajos los efectos de la droga atacan comercios y casas particulares.

Los maleantes aprovechan la ausencia de policías en horas de la madrugada para robar todo lo que encuentran a su paso, especialmente las conexiones y motor de los acondicionadores de aire, solo por el poco cobre que estos contienen. Dicho metal tiene una gran demanda en el mercado y los maleantes lo venden o directamente lo cambian por dosis de droga.

Estos mismos sinvergüenzas fueron los responsables del robo de accesorios de casi todos los vehículos, que permanecen estacionados durante todo el día en esta misma zona.

En tanto que desde el crepúsculo del atardecer, el casco histórico de Asunción se ve invadido por maleantes que llegan de las zonas marginales y con aspectos de zombies, por el efecto del crack, deambulan por las calles y atacan principalmente a los usuarios del transporte público, a quienes sorprenden en las distintas paradas.

Sin embargo, en estos días se registraron denuncias sobre ataques más violentos perpetrados por marginales armados con machetes en los alrededores de la misma Comandancia de la Policía, como el caso del contador Raúl Gustavo Javier Wattiez González (48), a quien casi le cortaron el cuello para despojarlo de una bicicleta y de su teléfono celular.

En una conversación con ABC Cardinal, el ministro Giuzzio aseguró que el comandante Arias ya le presentó un plan operativo para fin de año, con el objetivo de aumentar la presencia de uniformados en el microcentro de la capital, cosa que hasta el momento no se ha visto. Sin embargo, desde el departamento de Relaciones Públicas de la Policía se informó que dicho operativo sería implementado desde comienzos de diciembre, en simultáneo con el operativo Caacupé.

Pero todo se adelantó anoche, tras las declaraciones de Giuzzio.

“Días atrás estuvimos en una reunión con el subcomandante Gilberto Fleitas y otros agentes de inteligencia sobre este punto y ellos dijeron que iban a tomar cartas en el asunto”, dijo Giuzzio.

Según el secretario de Estado, la inseguridad del casco histórico de Asunción tiene un condimento social muy importante, porque son niños y adolescentes los que acosan y esto genera la queja de los comerciantes.

“La presencia activa creo que va a disminuir, pero no le estamos dando respuesta, no estamos atacando a la fuente del problema y allí tienen que entrar a trabajar la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia, Desarrollo Social, otras instituciones que tienen mucho que ver en el desarrollo humano, son gente del bajo que suben y asumen una posición mucho más agresiva últimamente, que a su vez sería por el aumento del consumo de drogas”, aseguró el ministro Giuzzio.