En una reciente entrevista con ABC Color en Mburuvicha Róga, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, lanzó serias acusaciones contra el Congreso.
Según Peña, la decisión del Congreso de reasignar USD 37 millones es una represalia por su intento fallido de aumentar los salarios, una medida que pone en grave riesgo programas esenciales de salud y seguridad.
Este escándalo emergió después de que Peña defendiera su controvertido aumento salarial, un acto que justifica como imprescindible para la aprobación sin cambios del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024. Sin embargo, sostiene que, después de esta defensa, los legisladores ignoraron el impopular incremento salarial y, en cambio, reasignaron fondos que podrían amenazar programas vitales.
Peña argumenta que este acto de reasignación es una especie de “reconocimiento” a los legisladores que sufrieron pérdidas de beneficios durante la pandemia. A pesar de la controversia, el presidente insiste en que su decisión de defender el aumento salarial era necesaria para asegurar la aprobación de su propuesta de presupuesto.
El mandatario asegura que su propuesta de presupuesto se elaboró meticulosamente para respaldar puntos cruciales como la adecuación del escalafón docente, el programa Tekoporã Mbarete, el pago de deudas a constructoras y proveedores estatales, y el fortalecimiento del Grupo Lince en las calles.
No obstante, después del rechazo de su propuesta de aumento salarial, Peña denuncia que la Comisión Bicameral de Presupuesto decidió reasignar USD 37 millones, una acción que, según él, desestabiliza su presupuesto. De acuerdo con el presidente, estos fondos se redistribuyeron a partidos políticos, expropiaciones y aumentos salariales para entidades seleccionadas.
Peña lamenta la atención que estos escándalos están acaparando e insiste en que actuó por un bien mayor, creyendo que su plan tenía un valor más allá del costo político que estaba dispuesto a asumir.
Fuente: ABC Color - RDN
