Por un lado, quienes votaron por el rechazo aseguran que lo hicieron conscientes de que al no firmar el documento con las cláusulas actuales, están votando a favor de la clase humilde que tiene derecho al menos de acceder al consumo de chura o menudencias, como así también a los chureros y carniceros quienes desde hace 8 años no accedían más a las churas para su comercialización habida cuenta que la AFAPROCA, que se apoderó, a través de un convenio, del Matadero Municipal, sacó de circulación la chura que le era entregada en exclusiva a una persona que se encargaba de comercializarla en su totalidad con una fábrica de detergentes en Brasil.
Por el otro lado, quienes votaron a favor de la firma del convenio, aseguran que las actuales cláusulas del mismo, que le otorga nuevamente a la AFAPROCA el derecho de volver a administrar el Matadero Municipal, con la salvedad de que los carniceros, representados por una asociación que los nuclea, ASOCAR, podrán retirar las menudencias o chura previo pago de 120 mil guaraníes por el servicio de faenamiento o dejarla a cargo de la AFAPROCA en lo que denominan “sala de chura”. A su vez, como los vendedores de chura no tienen aún, al menos legalmente constituida, con personería jurídica, una Asociación que los nuclee, los de ASOCAR deberán asumir el compromiso de proveerles de la chura, a un precio justo, para así llegar al consumidor final a un precio por demás accesible.
Estas discrepancias entre los pro y los contra de la firma del convenio, hizo que cada grupo, por llamarlo de una forma, el de los “6” y el de los “5”, se acusaron mutuamente, y en esto coincidieron plenamente, con sus votos, unos “a favor y otros en contra de los pobres”, es decir que los del G6 decían que ellos “estaban a favor y los del G5 en contra de los pobres”, y viceversa, los del G5 decían que ellos “estaban a favor y que los del G6 estaban en contra de los pobres”.
Ente las tantas acusaciones mutuas, el concejal Ignacio Cantero Casco (PLRA) en conversación radial con su colega Santiago Benítez (ANR), aseguró tener conocimiento de que los del G6 votaron por el rechazo de la firma del convenio por haber recibido “biscocho”, término peyorativo muy utilizado por un conocido Concejal Departamental para referirse al cobro o pago de coima o soborno.
“Desfile de escribanos”
Esta afirmación, molestó a las concejales María Lourdes Amarilla y Francisca Angélica Valdez, ambas del PLRA, quienes se sintieron agredidas en su honestidad y honorabilidad, y anunciaron que para la sesión ordinaria de la Junta Municipal del próximo martes 2 de agosto, irán acompañadas de un escribano para intimar a ambos concejales, Santiago Benítez e Ignacio Cantero para que se ratifiquen o rectifiquen sobre la supuesta coima recibida por ambas. Como no se descarta, que otros afectados por la acusación del “biscocho” o por agresiones verbales hacia los del G5, tomen la misma decisión, es muy probable que el martes 2 de agosto tengamos un “desfile de escribanos” en la sede de la Junta Municipal.
"Radio Imperio FM, la de mayor audiencia comprobada"
